Imagina cuantas cosas lograrías si el panorama estuviera limpio, cuadrado y perfecto. ¿Cómo dijiste, muchas? ¿Todas?
No, lamentablemente, ninguna meta sería alcanzada si todos los posibles obstáculos fueran removidos primero. ¿Te preguntas, por qué? Pues, porque es imposible remover TODOS los obstáculos.
¿Alguna vez te has encontrado ‘preparándote para estar listo’?
Yo he pecado de eso muchas veces en mi vida. Sigues dándole vueltas al asunto porque quieres que todo esté perfecto antes de tomar acción.
Esperar el momento perfecto, lo único que logra es que nos quedemos congelados esperando, perdiendo oportunidades de hacer algo para movernos hacia adelante.
Cuando sales a trabajar, ¿te aseguras de que todas las luces estén verdes, que no haya ningún accidente de tránsito, que no haya un hoyo escondido bajo un charco que no puedas ver y caigas en el? No, te vistes, agarras tu café y te vas.
Si luego parece que todas las luces están rojas, o un poco frente a ti, hay un accidente, o caes en el hoyo y se te vira el café… bregas con eso… si surge alguna situación, algún obstáculo, lo enfrentas según vayan surgiendo.
Así son los días de un cuidador, puedes haber planificado algo y algún obstáculo te cambia los planes
Pero debes siempre recordar que es mejor la acción que la perfección.
Ayer le preparé el desayuno a mi papá, lo visto y lo dejo listo porque íbamos a salir… doy la vuelta y escucho ese sonido distintivo de un tumbler de stainless steel caer al piso… y pienso: “¡NO!!!”.
Cuando regreso a su dormitorio veo que se derramó el jugo de ciruela completito encima Su ropa, sus zapatos, su silla, su cama, el piso, la pared… TODO manchado con jugo de ciruela. Ni modo, tuve que empezar de nuevo. Volver a limpiar piso, paredes, cama y todo. Asearlo a él, ponerle ropa limpia, otros zapatos nuevos, poner a lavar la ropa sucia, superar ese obstáculo.
Entonces con un poco de retraso salimos para su cita médica. Hubiera estado todo en orden si no nos hubiera cogido tremendo tapón, según mi GPS, íbamos a llegar aproximadamente 5 minutos tarde, así que llamé la oficina médica para notificarlo y me dicen: “¡ay no te preocupes! No tenemos electricidad ni Internet, además el Dr. no ha llegado a la oficina, por lo que estamos aquí esperando instrucciones”
… ¿Qué? ¿No te preocupes?
Ahora lo que me preocupa es que me desperté a las 5am para preparar a papi para la cita, estuvimos casi 2 horas en un tapón de Naguabo a Bayamón y es posible que nos cancelen la cita.
Llegamos, todavía no había electricidad, pero tampoco les habían dado instrucciones de cancelarle a los pacientes. Me dicen que no podíamos esperar dentro de la oficina porque no tenían aire acondicionado, les pedí que me permitieran dejar allí a papi en su silla de ruedas en una esquinita (porque había otras personas dentro) y mientras, yo me iba afuera a esperar.
Estoy afuera, me llama mi hermana, le comento lo que pasó y ella me dice: “pues diles que te den otra cita” y yo acá pensando: “con todo lo que tuvimos que pasar para llegar hasta aquí” 😑 (pero claro, ella vive en la misma ciudad donde es la oficina del médico, yo vivo al otro extremo de la isla). Anyway, me quedo pensando, ¿cancelo o no cancelo?
A punto de rendirme
Cuando de momento se me ocurre ir a verificar si podía cambiar la cita y abro la puerta de la oficina, la secretaria me dice: “eres familiar de Fulana?” Le digo: “No, ¿por qué, ya están llamando?” Y me dicen: “ Si, ya llegó la luz”
Luego de eso en cuestión de 15 minutos ya lo estaban atendiendo así que llegamos a la meta. A pesar de todos los contratiempos. Claro, hay veces que debemos detenernos y pensar, ¿este contratiempo será un aviso de que debo tomarlo con calma y pensar mejor lo que debo hacer? Pero otras veces son (como decimos acá en Puerto Rico) pajitas que le caen a la leche y debemos sacar lo que no nos sirve y continuar con lo que nos es de provecho.
Confía, persevera, triunfa.