Estos “wind chimes” ¡son tan hermosos! -¿sabías que una de las traducciones al español de wind chime es ‘carrillón de viento’? yo no lo sabía, me acabo de enterar, pensaba que eran sonajeros de viento, anyway, ese no es el tema- el tema es que son hermosos, de eso no hay duda, sin embargo a mi no me gusta tener wind chimes 😵💫
Es algo como decir que no me gustan las donas de Krispy Kreme… a la mayoría de las personas le gustan y por eso me miran raro cuando digo que a mi no… “¿Quééé? ¿Cómo que no te gustan? A mí me encantan!” Pues sorry, pero no, no me gustan.
¿Conoces la misofonía?
Te explico…
Yo tengo problemas con ciertos sonidos, los que otras personas encuentran relajantes, lo que otras personas ni detectan, a mi me exasperan, me sacan de quicio 😤 y ahora que soy cuidadora, no necesito nada adicional que traiga estrés a mi vida.
Los sonidos que más detesto, que se me paran los pelos de la nuca, que me causan repulsión, que me tengo que ir “far, far, far away” son los sonidos que hacen ciertas personas al comer. Si mastican con la boca abierta, si muestran la comida dentro de su boca, si chocan los dientes al masticar, los sonidos al tragar… en fin, los sonidos de masticar y comer que hace alguna gente.
No puedo bregar con eso y pues mi papá desde siempre, desde que tengo recuerdo, de toda la vida, es experto haciendo ruidos (y todo eso que mencioné anteriormente) al comer. Por eso, siempre que salíamos a comer juntos a algún lugar yo me sentaba lo más lejos de él para ni verlo ni escucharlo.
Pero como todo en la vida de un cuidador debe hacer correr la adrenalina… 🥴 ahora mi papá se ha convertido también en un wind chime humano.
Taca taca, taca, taca…
- Si le sirvo su comida, tan pronto termina comienza a golpear el plato con la cuchara.
- Si le quito el plato y la cuchara, golpea la mesa con su vaso 🥃
- Si le quito la vaso, golpea los descansabrazos de la silla con sus uñas 😭
- Al terminar de comer así como cuando tiene hambre, succiona sus dientes
- Chasquea la lengua
- O arrastra la mesa plegadiza
- O gime y bosteza de manera tal que parece una pelicula de Stephen King
Te cuento todo esto para que veas que ningún cuidador es inmune ni perfecto, que todos tenemos días mejores que otros. Que hay días que nos reímos de algo que nuestro ser querido hace y al día siguiente no nos da gracia.
Llevar un registro diario de los eventos en un journal, nos ayuda a identificar los factores que causan la conducta repetitiva del paciente y también lo que está pasando en nuestro entorno que nos pueda estar agobiando y hacernos perder la paciencia más fácilmente.
Poder cuidar sin estrés se logra en parte observando y tomando nota de todo lo relacionado con el paciente, identificar detonantes, explorar soluciones e implementar diferentes estrategias.
Lo de las manos inquietas es algo bastante común entre los pacientes con demencia y venden diferentes productos para aliviarlo, los ‘fidget blankets’ o ‘fidget toys’. Aunque no hay un producto que resulte para todos los pacientes, es importante que conozcas que hay alternativas y así puedas probar diferentes opciones hasta encontrar algo que calme las manos del paciente con demencia.
Volviendo de nuevo a los sonidos, como ahora me toca darle la comida (y no lo puedo evitar) lo que hago es que me pongo los audífonos del celular y me pongo a escuchar un podcast o música mientras lo alimento y mientras está masticando NO lo miro.
Esto no me hace mala hija, ni mala cuidadora. No te sientas mal si hay algo que ‘simplemente no puedes manejar’, lo importante es siempre estar concientes de no maltratar física ni verbalmente al paciente, al fin y al cabo ellos solo son las víctimas de esta cruel enfermedad.
Si no eres como yo y en cambio SI te gustan los windchimes porque encuentras ese sonido relajante, inclúyelos en tu casa, es válido hacer uso de todo lo que te ayude a manejar el estrés, encontrar la calma y distraerte de lo que si te desagrada o molesta.
Cuéntame… ¿te gustan los windchimes o no?