CUANDO TU SER QUERIDO TE DICE: “QUIERO IRME A CASA”
Una de las situaciones más comunes con las que se enfrentan los cuidadores informales de pacientes con demencia tipo Alzheimer es cuando el ser querido les dice “quiero irme a casa”.
Es frustrante para el cuidador porque no sabemos si debemos insistirles que esa es su casa o simplemente qué decirles.
Quizás has oído que los pacientes con demencia tipo Alzheimer “se desorientan” pero no es la misma desorientación que tu experimentas cuando entraste al centro comercial distraída y al salir no recuerdas dónde dejaste tu carro.
El paciente, se desubica totalmente en tiempo y espacio, o sea, en su mente vive en otra época y otro lugar. Para él, es el año 1955 y su casa es la casa del pueblo donde vivía en el 1955. Para el paciente esa es la realidad y es aterrador despertar en un lugar desconocido sin ninguna explicación ni recuerdo de cómo llegó allí.
Es casi como en la película “Volver al Futuro” no sabes donde estás, nadie a tu alrededor es conocido, no sabes dónde están tus padres y hermanos y no hay explicación de cómo y por qué estás ahí… la diferencia es que esto no es una película de ficción y no es divertido.
Por eso es que dice “quiero irme a casa”. Quiere volver al lugar donde se siente protegido, con las personas que conoce, sus padres y hermanos, la familia en quien confía y que le hace sentir seguro.
¿Cómo lidio con esto cuando ocurre?
Lo que el paciente necesita es saber que está seguro, que nadie le hará daño, que la “situación se va a resolver.”
Como en ese momento, él no sabe quien soy, me dirijo a él utilizando su primer nombre, de manera cordial, simpática y servicial. En ese momento me convierto en “un agente de servicio al cliente” y estoy ahí para que “su experiencia sea positiva”
Le aseguro, en varias ocasiones, que puede estar tranquilo porque todo estará bien, le pregunto cual es su preocupación y cuando me dice lo que tiene en su mente, vuelvo a asegurarle que vamos a encontrar una solución a ese problema, nuevamente le digo que puede estar tranquilo porque ahora yo buscaré las personas o recursos que sean necesarios para remediar esa situación que le agobia.
Entonces le digo “usted debe sentirse algo cansado, pase por aquí” le muestro su cuarto y le digo que si quiere descansar “puede acostarse un rato en esa cama en lo que volvemos con la persona que nos va a ayudar a resolver el enredo”. Si no se quiere acostar le ofrezco agua o alguna otra bebida y le indico que se siente en la silla en lo que espera a que yo vuelva con la solución y le prendo el televisor.
A veces se pone un poco alterado, pero siempre que le digo que se acueste o siente a esperar en lo que yo “voy a buscar ayuda” se queda tranquilo. Es cuestión de darle tiempo, conseguir que duerma o distraerlo con el TV, al rato ya no recuerda lo que pasó.
Afortunadamente, hasta ahora no me ha pasado que se vuelva agresivo.
Cuidar de un paciente con demencia tipo Alzheimer, es como un juego de estrategia, hay que estar analizando y cambiando la estrategia constantemente, lo que ayer funcionó es posible que hoy no y lo que no funcionó anoche es posible que funcione esta mañana, la cosa es seguir intentándolo.