Ninguna meta sería alcanzada si todos los “posibles” obstáculos fueran removidos primero.
Luego de salir de una relación de maltrato, podemos sentirnos adormecidas, estancadas o paralizadas. Después de tantos años sujetas a las órdenes y control del agresor es posible que nos cueste mucho tomar acción y continuar nuestra vida.
Hace exactamente un año atrás, yo estaba viviendo entre cajas, con mi sala llena de muebles y pertenencias luego de una mudanza a toda prisa, más o menos inesperada.
Tuvimos que contratar albañiles para poder construir una nueva sala de estar y una lavandería, en la casa a donde nos mudamos, tuvimos que instalar casitas de metal en el patio para los equipos, herramientas y otros artículos de mi esposo. Por los primeros 3 meses del 2021 fue todo un caos. Ya para finales de marzo, tuvimos todo listo y nos organizamos, tranquilos de que ya no hacía falta cambiar nada más o eso creíamos.
Fast forward a julio del 2021… una madrugada de domingo recibimos la llamada que nadie desea recibir cuando se tiene a un padre longevo que hasta el momento pudo vivir solo sin inconvenientes, lo encontraron de madrugada caminando en pijamas por su urbanización.
Afortunadamente, quien lo vió, lo reconoció porque mi padre fue un comerciante activo en su comunidad por más de 50 años y aunque no sabía donde exactamente papi vivía, lo llevó al cuartel de la policía cercano y les indicó que en la panadería de la calle lo conocían, allí lo llevaron y de ahí nos llamaron.
Tuvimos que traerlo a vivir con nosotros y pensando que sería algo temporero, hicimos espacio en nuestra casa, mi hijo le cedió su habitación y el puso su cama en el dormitorio de su hermana…
Entre accidentes y cirugías mi hermana no pudo hacer arreglos para poder llevarse a mi papá con ella para poder alternarnos su cuidado, así que comenzamos a considerar un hogar de envejecientes.
Los temas del COVID y el maltrato de envejecientes hizo que fuéramos poco a poco desistiendo de la idea de llevarlo a un hogar y comenzamos a pensar en qué teníamos que hacer para quedarnos con él y cuidarlo los años que le queden de vida.
6 meses han pasado desde que papi está con nosotros y hoy, empezó la nueva construcción. Le estamos haciendo un dormitorio a mi hijo y “un laundry” aparte con salida hacia el patio. Luego de eso, renovar el baño, remover la bañera y hacer una ducha.
Unos cuantos días más de incomodidad, pero esperanzados de que al final estaremos mejor. Cada cual tendrá su espacio y tendremos paz.
Llevamos todo un año viviendo en la inestabilidad, pero el tiempo sigue corriendo. Llevo un año esperando que todo se “estabilice” para seguir con mis planes… llevo un año viendo la vida pasar sin detenerse y yo… detenida.
Luego de salir de una relación de maltrato, es común que nos sintamos adormecidas, estancadas o paralizadas. Es común que cualquier inconveniente u obstáculo nos abrume y no sepamos cómo reaccionar y como yo he podido experimentar, esto puede ocurrir en cualquier momento luego de la separación y por razones que nada tienen que ver con relaciones de pareja.
Yo nunca he tenido problemas de sueño, yo soy de esas que ponen la cabeza en la almohada y quedan inconscientes hasta el otro día o hasta que la vejiga llame, 😁 pero por la situación de salud de mi papá, (la demencia viene acompañada de mucha ansiedad, alucinaciones y problemas de sueño, algo sobre lo cual yo no tenía idea!) sumado a:
- las limitaciones de acomodo para mi familia (inesperadamente agrandada)
- los nuevos riesgos de que mi papá tenga una caída en la noche (cuando su enfermedad lo pone más activo)
- el escucharlo tirando puertas (porque ya no tiene el mismo control motor) en el “entra y sale” de él al baño
- mantenerme alerta a los ruidos que hace para asegurarme de que todo está bien
- la pérdida de privacidad,
- los gastos adicionales, etc…
Todo esto hace que esté por horas en mi cama mirando el techo sin poder conciliar el sueño y ¡es un círculo vicioso!
Todos los días aprendemos algo nuevo y hoy me ha tocado aprender esto. A pesar de la incomodidad, de ya no tener una oficina designada (que por 6 meses tampoco se pudo usar porque la teníamos de almacén), de que hoy estamos de nuevo (al igual que el año pasado a esta fecha) construyendo, tenemos que encontrar la forma de mantenernos en movimiento, seguir avanzando, seguir creciendo, seguir evolucionando.
Siempre va a existir un obstáculo, siempre va a existir una prueba, siempre va a existir algo inesperado que va a intentar atrasar tus planes, aunque se atrase, no te detengas, sigue avanzando.
Busca salidas para canalizar tu ansiedad, para cuidar tu yo interior, para mantener la paz. ¿sabes qué acabo de escoger? Acuarelas y Arte Neourográfico. Recién me llegaron los materiales y esta última semana he estado estudiando acerca de este tipo de arte para comenzar hoy mismo.
Este post ha sido más que un consejo, un desahogo, pero es bueno que sepas que no estás sola, que es normal tener recaídas, que es normal que aún después de haber avanzado tanto, de momento sientas que estás de vuelta al recuadro de inicio.
Lo mejor de que “la vida siga de largo” avanzando es que mañana tendremos una nueva oportunidad de “cambiar” el mundo, nuestro mundo y seguir nuestra ruta hacia nuestro brillante futuro.