Ayuda para el manejo del estres en cuidadores de pacientes con Alzheimer y otras demencias
 

Las flores verdes no existen

Las flores verdes no existen

Cuando yo estaba en primer grado, una maestra de arte nos entregó una hoja para colorear, el dibujo era un ramo con tres flores grandes en diferentes posiciones (creo que hasta eran unas orquídeas), yo muy contenta empecé a colorear mis flores usando el estilo “ombré” (de más oscuro a más claro) el único “problema” (para mi maestra) fue que usé mi color favorito… el verde.

Cuando la maestra me pasa por el lado para ver mi trabajo, me dice: “las flores verdes no existen” y me quitó el crayón verde y me dió uno rosado… 😠 yo teminé de colorear, pero ya no estaba contenta… pues mis flores, dentro de mi mente eran verdes, yo quería mis flores verdes.

Muchos años han pasado desde ese entonces, pero como puedes darte cuenta nunca se me ha olvidado que esa maestra en vez de inspirarme a buscar información o aprender más acerca de las flores verdes, (si estaba tan segura de que no existían) decidió anular mi creatividad y me obligó a encajonarme en lo que para ella era la verdad absoluta.

Años más tarde, cuando había tomado la decisión de separarme de mi ex, él me dijo: “tú nunca vas a poder “echar pa’ lante” sola, hace mucho dejaste tu profesión, ya nadie te conoce, ya no tienes contactos, vas a tener que rogarme que vuelva contigo”.

Yo no sabía como lo iba a hacer, pero muy dentro de mi yo sentía la seguridad de que podía salir a flote.

Recuerdo que me dijo: “no vas a conseguir trabajo, porque hoy en día la gente está perdiendo sus empleos, por lo tanto no hay un trabajo esperando por tí” (como ves, estaba intentando quitarme el crayón) Yo le contesté: “esa es su realidad, no la mía” … esta vez NO entregué el crayón 🖍️, y le dije: “déjame demostrártelo”.

Démosle hacia delante a mi historia unos cuantos años más, al convertirme en cuidadora de mi padre con Alzheimer, hice lo que todos hacemos, entrar al Internet a buscar información escrita, videos de cuidadores o entrenadores famosos, de “la gente que sabe”. Rápidamente me di cuenta de que la realidad de otros no es la mía.

  • Otras personas están cuidando de alguno de sus padres o pareja que fueron maltratantes, mi padre siempre fue excelente
  • Otras personas se mudaron a casa del paciente para cuidarlo, nosotros mudamos a papi con nosotros
  • Otras personas tienen que contratar ayuda para poder salir a trabajar, yo trabajo por mi cuenta en un horario flexible
  • Otras personas tienen niños pequeños que criar a la vez que cuidan al paciente con demencia, mis hijos son adultos y me ayudan con el cuidado y tareas del hogar.
  • Los seres queridos de otras personas son agresivos, papi nunca se ha mostrado agresivo ni verbal, ni físicamente.

Lo que quiero decir con eso es que cada caso, cada paciente, cada familia tienen virtudes y retos distintos, por lo tanto, nadie puede venir a decirte que hagas esto o aquello porque es “la forma correcta” de cuidar. Muchas personas te dirán que hay que mantener al paciente involucrado en las actividades sociales, que lo rodees de lo que le gustaba y yo te puedo decir que eso no necesariamente es positivo para el paciente, no es una verdad absoluta.

Papi siempre fue muy activo, un líder, fue músico y sus semanas eran así: trabajaba en su negocio propio, varias noches en semana estaba en reuniones de organizaciones de pequeños negocios, el Club de Leones, daba clases de música en casa y los fines de semana amenizaba distintas actividades con su grupo musical.

Siguiendo las recomendaciones de los que saben, conseguí algunas grabaciones de él y su grupo y también música de artistas y grupos que sé que eran de su agrado… ¡eso fue troya! Se puso tan agitado y molesto, que tuve que quitar la música… días más tarde intenté de nuevo con las mismas reacciones. Asumí que se sentía molesto y frustrado porque ya no podía tocar.

Conociendo lo amistoso y sociable que era, también me chocó cuando se ponía molesto si recibíamos visitas, me di cuenta de que lo mejor para él es mantenerle su rutina inalterada, no lo sacamos a menos que sea para una cita médica, no recibimos visitas a menos que sea mi hermana… es lo mejor para él.

Nadie puede venir a decirme que lo saque, que lo lleve, que le ponga, que le compre, que le nada. Yo soy su cuidadora, yo sé lo que lo desorienta, lo que le disgusta, lo que lo altera, lo que le sirve de detonante para su ansiedad, yo soy la que no duerme si él no duerme. No permitas que te digan que no hay flores verdes.

Resulta que las flores verdes si existen, yo he tenido esta misma variedad de orquídea que ves arriba precisamente porque me recuerda esas experiencias y me demuestra que a veces aunque otras personas no te entiendan, no tengan tu visión, traten de anularte, burlarse de ti, ignorarte, despreciarte, minimizarte, al final puede ser que resultes teniendo la razón o alcanzando el éxito.

La ignorancia sumada a la arrogancia crean una combinación peligrosa. Es mejor mantenernos humildes, abiertas a nuevas ideas y ávidas de conocimiento.

Si tienes un sueño, una visión, una meta no permitas que NADIE en su falta de conocimiento te quite el crayón.

Dibuja tu futuro, dale a tu vida un color especial, nunca es demasiado tarde. Es mejor vivir una semana en pleno gozo, que 50 años sintiéndote vacía y sin propósito.

Desde hace muchos años me di cuenta de que Dios quería que yo usara mis experiencias y habilidades para impactar las vidas de otras mujeres que estaban pasando por lo mismo que yo pasé, esa es mi visión, ese es mi sueño, sin embargo, hasta esta mañana pensaba que yo no tenía mucho que ofrecer, pensaba: “quien soy yo para…”

Entonces, esta mañana Dios me habló y me dijo: “tienes que serme fiel con lo poco que tienes” (y rápido pensé en este blog y en mi pequeño grupo de seguidoras) y supe que se refería a esto.

No importa quien soy, es en realidad, quien soy en Cristo, lo que Dios tiene para darte a través de mi voz (o escritos) y me di cuenta de que si solo puedo llegar a una persona (tú) y hacer alguna diferencia, todo valió la pena y el Señor me hará llegar a más personas.

Confía en tu potencial y confía que cuando llegues a tu límite, hay un Dios con poder ilimitado que puede hacer posible lo nadie más puede hacer.

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